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EN QUÉ CONDICIONES ACTÚA EL PARTIDO HOY
2. El Partido, como parte del Movimiento Comunista Internacional (MCI), atraviesa uno de los períodos más difíciles de su historia. Es un período durante el cual -30 años después del predominio del derrocamiento contrarrevolucionario del primer proyecto histórico de transición del capitalismo al socialismo-comunismo- sigue existiendo y profundizándose la siguiente gran contradicción:
Por un lado, la contradicción entre el carácter social del trabajo y la apropiación capitalista de gran parte de sus resultados conduce a la destrucción de una parte significativa de las fuerzas productivas, con la manifestación de una nueva crisis económica, antes que la recuperación de la economía capitalista regrese al nivel de producción pre-crisis. La economía capitalista mantiene altas tasas de desempleo, empleo a tiempo parcial, sub-empleo en general, incluso en la fase de recuperación. Conduce a la destrucción masiva de recursos humanos y materiales, por falta de infraestructura necesaria para la protección contra los fenómenos naturales, por falta de infraestructura y otras medidas de protección de la salud, a pesar de las grandes capacidades tecnológicas. El desarrollo tecnológico, la digitalización, el teletrabajo, etc., en lugar de conducir a una reducción generalizada del tiempo de trabajo, se utilizan para intensificar y aumentar el grado de explotación, y para nuevas formas de manipulación. El alto flujo de refugiados, debido a los estallidos de guerras imperialistas prolongadas y la intensificación de las rivalidades entre los estados imperialistas crean problemas explosivos mientras que la tendencia de reordenamientos en la pirámide imperialista ya es evidente.
Por otro lado, continúa el gran retroceso del movimiento obrero -y del comunista-, que por momentos muestra estallidos de reacciones más masivas, muchas veces con demandas desorientadoras o reaccionarias. A nivel internacional, en los países principales del sistema capitalista internacional, se retrasa el reagrupamiento del movimiento obrero-sindical, se retrasa mucho más el reagrupamiento revolucionario, ideológico-político del movimiento comunista, incluso en los países que sufren largas guerras imperialistas, con exacerbación de los problemas al borde de la supervivencia. Al mismo tiempo, toda la superestructura burguesa (en la educación, en la información masiva -prensa, televisión, internet- en la intervención editorial y artística, etc.) se vuelve más reaccionaria con el anticomunismo como elemento predominante, y junto con la manipulación patronal obstaculizan el desarrollo de una vanguardia ideológico-política revolucionaria, es decir, una vanguardia comunista.
3. En el período posterior al XX Congreso en 2017, nuestro Partido ha dado y sigue dando la batalla por mantener sus características revolucionarias conquistadas, en condiciones internacionales y nacionales muy desfavorables. Son condiciones que se deterioran constantemente por la pandemia, que actuó como catalizador de la nueva crisis económica, y por la gran afluencia de refugiados e inmigrantes provocada por las guerras imperialistas e impulsadas por la política del estado turco. Un factor importante en el deterioro de las condiciones es el fortalecimiento de la presencia económica y militar de EE.UU., que buscan bloquear la penetración de capital de China y Rusia en Grecia como puerta de entrada a Europa, así como el intento de estos países de acercarse a Turquía como aliados. Se intensifican las rivalidades y los antagonismos en la región con la concentración de medios bélicos en el Mediterráneo y el Oriente Medio, se intensifican las reclamaciones turcas contra los derechos soberanos griegos, incluso el cuestionamiento del territorio insular griego, al que también contribuye el apoyo de la OTAN y la UE a Turquía. Es obvio que la burguesía de Grecia y Turquía buscan mejorar, cada una por su propia cuenta, su papel en la región, lo que intensifica la competencia entre ellas.