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Desde hace dos años los pueblos se matan para “llenar la olla del patrón”
Intervención del KKE en la Conferencia de la Acción Comunista Europea en Estambul sobre el tema: “Dos años desde la guerra imperialista en Ucrania. Conclusiones y experiencia para los comunistas”
Estimados camaradas:
El KKE desde el primer momento destacó que el conflicto que estalló hace dos años en Ucrania, llevando a la muerte a cientos de miles de personas y miseria a muchos millones que sufren de la guerra, fue solamente el comienzo formal de una guerra que había sido preparada por el material combustible acumulado a lo largo de muchos años.
Tras el derrocamiento del socialismo, la disolución de la URSS y a través del proceso de la contrarrevolución, se formaron las clases burguesas, los capitalistas que surgieron en el curso de la restauración capitalista, se apropiaron de los frutos de décadas de trabajo del pueblo soviético. Tales capitalistas expresa por un lado el gobierno de Zelenski en Ucrania que cuenta con el apoyo de EE.UU, la UE y la OTAN, y, por otro lado, Putin en Rusia, que cuenta con el apoyo del campo imperialista euroasiático que está en curso de formación, con China como potencia principal.
En el centro del conflicto militar está el reparto de recursos naturales, energía, territorios y manos de obra, tubos y redes de transporte de mercancías, de apoyos geopolíticos, de cuotas de mercado.
En el centro de este conflicto militar es el reparto de mercados y esferas de influencia entre EE.UU, la OTAN y la UE y la estrategia de la “ampliación euroatlántica” por un lado, y, por otro lado, la estrategia de la Federación Rusa capitalista para sus propios planes de explotación a expensas de los pueblos para reforzar su propia alianza imperialista (Unión Económica Euroasiática, Organización del Tratado de Seguridad Colectiva) en la región de la antigua URSS.
El KKE destacó en detalle las causas de esta masacre, rechazando tanto los pretextos del bloque de la UE y de la OTAN, sobre “la defensa de la soberanía de Ucrania” o “la libre elección de aliados” o “la democracia contra el autoritarismo”, como los pretextos que utilizó el liderazgo de Rusia para la invasión militar inaceptable en Ucrania sobre una “guerra antifascista”, o “defensa de los rusohablantes”, o “desmilitarización de Ucrania”.
Algunas conclusiones de la guerra para el movimiento de comunista
La crisis ideológico-política y organizativa que se manifiesta en las filas del movimiento comunista internacional desde hace décadas, se ha agudizado en lo que respecta el tema crucial de la actitud de los comunistas y de los pueblos frente ante la guerra imperialista.
Así, por un lado, se destacaron los partidos comunistas que lucharon para informar a los pueblos y organizar su lucha contra la guerra imperialista. Un momento importante en este sentido fue el Comunicado Conjunto emitido por iniciativa del KKE, del TKP, del PCTE y del PCM que fue apoyado por más de 70 partidos comunistas y juventudes comunistas de todo el mundo el 26/2/22 en que se definía el carácter de la guerra imperialista y se destacaba la exigencia de “fortalecer el criterio de clase en el análisis de los acontecimientos, trazar nuestro camino independiente contra los monopolios, las clases burguesas, por el derrocamiento del capitalismo, el fortalecimiento de la lucha de clases contra la guerra imperialista, por el socialismo, que es vigente y más necesario que nunca”.
Por otro lado, cabe destacar que no todos los partidos comunistas se mantuvieron a la altura de las circunstancias. Unos pocos apoyaron la línea del imperialismo euroatlántico, votando por ejemplo en el parlamento europeo a través del “grupo europeo de izquierda” GUE/NGL y partidos de “izquierda” como SYRIZA, PODEMOS, DIE LINKE, etc., el apoyo político-económico y militar de Ucrania, u otros partidos comunistas se declararon contra la guerra mientras que en la práctica participaron en gobiernos de países de la OTAN que apoyan y participan en la guerra, como es el caso del Partido Comunista de España.
Otros aceptaron los pretextos de la burguesía rusa que dice que está librando una “lucha antifascista”. Actualmente, mientras los partidos burgueses principales de Alemania copian los argumentos del liderazgo ruso y realizan en Alemania manifestaciones “antifascistas”, vemos que algunos partidos reaccionan y destacan la hipocresía de los organizadores de estas manifestaciones, lo cual para algunos partidos sigue siendo difuso en lo que concierne los pretextos “antifascistas” que se utilizan para justificar la guerra imperialista por la Rusia burguesa.
Una nueva organización internacional con el nombre hipócrita “Plataforma Antiimperialista Mundial (PAM) ha surgido como “punta de lanza” contra la aproximación clasista a los acontecimientos internacionales, contra los PP.CC que se basan en el marxismo-leninismo. La PAM, dirigida por fuerzas socialdemócratas y algunos partidos o grupos comunistas sin alguna influencia especial en la clase obrera de sus países, se puso claramente de parte de los “bandidos” imperialistas.
Sin embargo, actualmente, el movimiento comunista tiene mucha más experiencia y muchos partidos comunistas han sacado conclusiones de la historia y han rechazado los planteamientos de diversos “frentes antifascistas” con fuerzas burguesas, destacando que la lucha contra el fascismo debe estar indisolublemente ligada con lucha contra la “matriz” capitalista que lo engendra.
En el contexto del debate ideológico-político feroz que se agudizó tras el inicio de la guerra imperialista en Ucrania, se congeló el funcionamiento de la Iniciativa Comunista Europea (ICE) y a continuación se detuvo definitivamente. En su lugar, se creó la una nueva forma regional de cooperación, la Acción Comunista Europea, y lo prometedor es que la ACE, por un lado, toma en cuenta la experiencia positiva y negativa de la ICE, y, por otro, se basa en un marco ideológico y político más completo y coherente. Quedaron desmentidos todos ellos que consideraban que los partidos comunistas y obreros de Europa no podrían tener a tiempo una nueva forma de cooperación, siguiendo el camino disolvente y traicionero de la Segunda Internacional durante la segunda Guerra Mundial Imperialista que resultó a actuar en detrimento de los intereses de los trabajadores.
Los partidos comunistas que se basan en el marxismo-leninismo y en el internacionalismo proletario, han reforzado su lucha antiimperialista
Han sido refutadas las fuerzas que afirmaban que el enfoque clasista de los partidos comunistas que no eligieron entre los dos bandos de la guerra imperialista, les llevaría a subordinar la lucha contra el otro bando, es decir contra EE.UU, la OTAN y la UE. Ha ocurrido justamente lo contrario. Y esto lo podemos describir muy característicamente en el caso de Grecia:
En estos dos años de la guerra imperialista, el KKE ha desempeñado un papel destacado en la lucha contra el bloque euroatlántico imperialista. Ha organizado movilizaciones importantes contra la guerra, fuera de bases militares de EE.UU en Alexandrúpolis, Suda, Lárisa, Stefanovikio, etc. Ha apoyado la acción respectiva de sindicatos y organizaciones de masas del país, del movimiento antiguerra-antiimperialista. Ha bloqueado carreteras y vías de ferrocarril, puertos utilizados por las fuerzas de la OTAN. Los comunistas han estado en la delantera de la lucha antiimperialista y por esta razón han sido atacados por los mecanismos represivos del Estado burgués en algunos casos, como sucedió p.ej. en el puerto de Tesalónica el 6 de abril de 2023, cuando las fuerzas antidisturbios golpearon una movilización de huelga deteniendo y arrastrando a los tribunales a miembros del Comité Central del KKE, del Consejo Central de la KNE, a un periodista de “Rizospastis” y a sindicalistas. El KKE fue el único partido que no participó en la sesión del parlamento griego durante el discurso que pronunció Zelenski y el neonazi de origen griego del Batallón Azov. En el Parlamento votó en contra del acuerdo de expansión de las bases de EE.UU y de los gastos militares para la OTAN. En el Parlamento Europeo, cuando la ND, SYRIZA, el PASOK y la extrema derecha junto con partidos de la “izquierda europea” apoyaron el delirio bélico de los imperialistas europeos pidiendo el aumento masivo del apoyo militar en el gobierno reaccionario de Zelenski, el KKE votó en contra y lo denunció al pueblo. El KKE se opuso y denunció tanto el envío de material de guerra por parte de las fuerzas armadas griegas a Ucrania, como el entrenamiento de los soldados ucranianos.
Al mismo tiempo, en los últimos meses, el KKE ha estado al frente de las grandes luchas populares en solidaridad con el pueblo luchador de Palestina contra su genocidio por el estado ocupante de Israel. Contra la implicación del país en los planes de la UE y la OTAN para el despliegue de fuerza naval de EE.UU y de la UE en el Mar Rojo, para el cual el gobierno griego se ofreció a ceder el cuartel general de Lárisa en Grecia central. En la región se están intensificando los antagonismos, se ha concentrado una gran potencia de fuego, las operaciones euroatlánticas y los ataques con misiles contra Yemen en nombre de la lucha contra los hutíes y la protección de la navegación aumentan la tensión y se multiplica el riesgo del estallido de guerra. Ahora se hace aún más urgente la necesidad de poner un fin a la masacre en Gaza y a la ocupación israelí de los territorios palestinos también como factor de desescalada de la tensión en la región.
Sobre la correlación de fuerzas en el sistema imperialista mundial
Estimados camaradas, permítannos destacar algunas cosas en breve:
Están por cumplirse dos años desde el comienzo de la guerra y vemos que a pesar del apoyo de la OTAN, la contraofensiva ucraniana no ha producido resultados sustanciales, en el frente se está librando una guerra de trincheras y de desgaste y se ensayan sistemas de armamento contemporáneos.
Rusia sigue ocupando desde el año pasado el 20% del territorio ucraniano; Ucrania ha perdido ya más del 40% de su capacidad industrial nacional y aproximadamente el 15% de su PIB previo a la guerra y ahora no tiene acceso a materias primas de valor superior a 12 billones de dólares, incluido el 63% de los yacimientos de carbón y el 42% de sus metales, en base a las estimaciones de la parte rusa.
En estas circunstancias se expresa preocupación entre los oficiales de la UE y la OTAN sobre el curso de la guerra. Surgen problemas en la continuación de la ayuda financiera de parte de EE.UU hacia Ucrania, mientras se plantea la necesidad de comenzar un diálogo con Rusia para la “cesión de territorios ucranianos” lo cual por ahora es rechazado or el gobierno de Zelenski. No se puede descartar la posibilidad de agitaciones en el escenario político de Ucrania.
Al contrario, la burguesía rusa, mientras por ahora ha reprimido una “rebelión” en su seno, como el “caso de Prigozhin” y de su ejército mercenario, ha asegurado en el frente de guerra una ventaja de sus fuerzas armadas en las operaciones terrestres y aéreas, así como un arsenal de armas suficiente, mientras tanto en el período de guerra a nivel financiero, a pesar de las sanciones, ha superado a Alemania en las cuotas del PIB mundial real, y de la 6a posición ascendió a la 5a.
Los acontecimientos refutan as afirmaciones de algunas fuerzas que afirmaban que Rusia fue un estado capitalista “débil” y “dependiente”, una “gasolinera mundial” en algún lugar de la “periferia” del capitalismo, y confirman la evaluación del KKE de que Rusia ocupa una de las posiciones más importantes en la “pirámide” imperialista contemporánea de interdependencia desigual entre los Estados capitalistas, en función de todas sus capacidades importantes (económicas, políticas y militares).
La guerra dificulta pero no impide la cooperación económica de los imperialistas
Un segundo punto que quisiéramos señalar es que hablamos de otra guerra “extraña”. Mientras en las batallas miles de personas pierden la vida, los capitalistas de ambos bandos de la guerra siguen manteniendo, aunque de forma limitada en comparación con el período antes de febrero de 2022, una cooperación estable.
Así, por ejemplo, Rusia sigue vendiendo a EE.UU y Francia uranio enriquecido. para sus instalaciones nucleares. Cubre gran parte de las necesidades de los 92 reactores nucleares de EE.UU, y de hecho en 2023 duplicaron las cantidades en relación con el 2022.
EE.UU coopera con Rusia sobre el programa espacial estadounidense de la NASA, mientras que la Gazprom rusa sigue enviando gas natural ruso a la Unión Europea a través de la tubería de Ucrania en guerra, para recogijo de sus accionistas capitalistas. De su parte, la empresa estadounidense “Chevron” sigue cargando desde el puerto ruso en Novorossiysk, en el Mar Negro, el petroleo extraído por Kazajistán y el cual llega allí recorriendo una tubería de 1.500 kilómetros recorriendo el territorio de Kazajistán y Rusia. De este tubo llegan al mercado mundial los dos tercios del petroleo extraído en Kazajistán.
Además, las materias primas rusas y otros productos rusos siguen dirigiéndose a través de terceras partes al llamado “Occidente colectivo” según la terminología que utiliza Rusia para describir a los países que han implementado un bloqueo comercial contra ella.
Y por otra parte, productos que se fabrican en el “Occidente colectivo” se venden a Rusia a través del llamado “Sur global”, como se denominan ahora los países que no implementan el bloqueo antirruso, entre ellos China, India, Turquía y otros países que, sin embargo, no están en el hemisferio sur de la Tierra.
No faltan los sucesos tragicómicos en el comercio de ambos lados. Así, el enero pasado, las autoridades aduaneras rusas descubrieron y devolvieron a China un tren con contenedores cargados de uniformes del ejercito ucraniano que a través de Rusia se dirigía a Polonia. Sin embargo, todos admiten que del mismo modo diversos cargos puede que hayan atravesado o atravesarán el territorio de Rusia para las necesidades del otro bando beligerante. Ha habido casos similares también al otro bando de la guerra.
Y mientras la guerra imperialista ha causado la muerte de miles de personas, sobre todo jóvenes en Ucrania y Rusia, vemos que al mismo tiempo las ganancias de unos pocos siguen aumentándose, y ambos bandos de la guerra se están enriqueciendo.
Mientras los pueblos sufren, los capitalistas reparten el pastel
Un tercer punto que quisiéramos señalar tiene que ver con el hecho de que aunque Ucrania está en llamas de guerra, ya ha comenzado la “reconstrucción” en ambos lados del frente. En la parte ucraniana, las empresas monopolistas de las potencias imperialistas más fuertes, como Alemania, se encargan de la obra de “coordinación” del proceso de inversiones de capitales para la “reconstrucción”. A través de diversas estructuras financieras como es el Banco Europeo de Inversiones, financian proyectos de miles de millones de euros en Ucrania en infraestructura de transporte, energía, suministro de agua, escuelas, hospitales, etc. La factura para la “reconstrucción” de Ucrania será enorme y los monopolios europeos exigen “garantías” a la parte ucraniana.
Respectivamente, en los territorios ocupados por la parte rusa que no son insignificantes ya que en ellos viven unos 11 millones de personas (2,2 millones en Lugansk, 4 en Donietsk. 1,5 en Zaporizia, 1 en Jersona, 2,5 en Crimea), hay cientos de plantas industriales, enormes recursos minerales y territorios fértiles. Allí también la “reconstrucción” va de la mano del reparto de fabricas y demás unidades industriales y productivas ente los capitalistas. El lugar de los capitalistas ucranianos se ocupa por los capitalistas rusos mientras que los trabajadores, los que no han sido reclutados y no están en el frente, seguirán trabajando duro para los beneficios de los patrones.
De lo anterior se desprende que “la Unión Europea no es arrastrada por EE.UU” en esta guerra, que los liderazgos europeos no están “supeditados” a EE.UU, como afirman los líderes rusos. Existen ciertos intereses de grupos capitalistas europeos, que se ven bastante favorecidos en las condiciones de guerra, como son las ganancias de los monopolios “verdes” o de los armadores griegos, etc.
Por supuesto, el objetivo de la invasión rusa inaceptable en Ucrania no es un “mundo multipolar justo” como afirman diversos círculos oportunistas.
El gran poeta comunista griego, Kostas, Várnalis, escribió en un poema de modo alegórico un paralelismo entre un burro y el hombre esclavizado, el hombre sumiso, dócil, que, entre otras cosas, monologa que “en la guerra llevaba ametralladoras para quemataran a la gente yllenaran la olla del patrón”. Esta es la verdadera esencia de la guerra imperialista en Ucrania.
La clase obrera, las capas populares, dirigidas por los partidos comunistas y obreros deben intensificar sus esfuerzos contra la participación de los países en los planes y guerras imperialistas. Deben vincular esta lucha con la lucha por los derechos obreros y populares contemporáneos, desafiando la dominación del capitalismo, para crear rupturas en el sistema que lleven a su derrocamiento y a la construcción de la nueva sociedad socialista-comunista que ponga fin a la explotación y a las guerras. La ACE, los partidos que la constituyen, están llamados a desempeñar un papel dirigente en esta necesidad.