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Contribución escrita del KKE en el 3er Seminario Ideológico del PC de Venezuela

A cien años de la fundación de la URSS: Las conclusiones de la revolución socialista, la construcción socialista y su derrocamiento en la URSS tienen gran importancia para los Partidos Comunistas y Obreros en la lucha de clases contemporáneas y en las condiciones de la guerra imperialista

Camaradas:

Agradecemos la invitación para este seminario y en ocasión de nuestra presencia aquí quisiéramos asegurarles de la firme posición de solidaridad del KKE con los comunistas, el Partido Comunista de Venezuela y el pueblo venezolano.

Hoy, los comunistas en todo el mundo nos enfrentamos a nuevas cuestiones, nuevas condiciones de la lucha de clases, nuevas tareas que no se pueden resolver con éxito a favor de la causa del poder obrero y el socialismo, a menos que sacamos conclusiones significativas de la Historia. El aniversario de 100 años de la fundación del primer Estado obrero, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, ofrece la oportunidad de discutir las conclusiones del estudio de la revolución y construcción socialista en la URSS y más en general.

Hoy día, hay quienes, entre otras cosas, invocan un extracto de un discurso de Fidel Castro para convencernos de que el socialismo no se rige por leyes científicas, por principios. Fidel dijo que “entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo. Parecía ciencia sabida, tan sabida como el sistema eléctrico concebido por algunos que se consideraban expertos en sistemas eléctricos.  Cuando decían:  “Esta es la fórmula, este es el que sabe.[1].

De nuestra parte, hay que notar que cuando no referimos a citas para poder entender su significado, hay que saber cuándo se dijeron, dónde y por qué motivo. Esto no significa que estamos obligados a estar de acuerdo con todo lo que escribió o dijo una figura revolucionaria. Así, por ejemplo, nuestro partido tiene una visión diferente del concepto del “imperio” con lo que se pretende definir la posición de los EE.UU en el mundo y que, como mostraremos más abajo, no refleja una imagen fiel del mundo contemporáneo, donde predomina el capitalismo monopolista, es decir, el imperialismo, y tal vez conduzca a ilusiones. En cuanto a dicha cita concreta de Fidel Castro hay que decir que fue extraída de su discurso pronunciado a los estudiantes de la universidad de La Habana, en 2005. En aquel discurso Fidel abordó principalmente los problemas de baja responsabilidad y conciencia social, de la mala gestión económica, de  decisiones gubernamentales equivocadas, de la apropiación individual y abusiva de la riqueza social, de la corrupción etc. dirigiéndose a jóvenes, estudiantes, partiendo de la necesidad de ecitar que se repita en Cuba lo que sucedió en la URSS. En nuestra opinión, habla de los problemas que estaba enfrentando el intento de la construcción socialista en Cuba en los nuevos “caminos inexplorados” que se debían también al bloqueo imperialista de EE.UU sobre Cuba y no a las leyes científicas de la construcción socialista. Después de todo, en dicho discurso, Fidel criticó a “quienes creyeron que con métodos capitalistas iban a construir el socialismo” diciendo que esto “es uno de los grandes errores históricos”.

Como demostró el propio curso de la URSS, los problemas sin precedentes que surgen a lo largo de la construcción socialista, deben ser resueltos de manera propulsora por el Partido de la clase obrera. Esto no significa en absoluto que no existan principios sobre los cuales se deben buscar soluciones a los nuevos problemas. Creo que los comunistas comparten la opinión que: “La revolución es como montar una bicicleta. Si dejamos de pedalear, nos caemos”. Para nosotros, “pedalear” no es otra cosa que los principios de la revolución y construcción socialista. Toda retirada incondicional de los principios, así como su revisión y  derrocamiento afecta nuestra causa, y se convierte, como demostró el curso de la URSS, en un “vehículo” de la contrarrevolución. No es casualidad que los líderes estatales burgueses y todo tipo de oportunistas se despidieran de Gorbachov con honor hace unos meses.

Tras muchos años de estudio de la revolución y construcción socialista y su derrocamiento, el KKE enfoca en tres aspectos significativos: la economía, la superestructura política, la estrategia del PCUS y del movimiento comunista internacional.

Hemos tratado y seguimos tratando sacar conclusiones necesarias que refuercen al movimiento comunista internacional y nuestro Partido, como parte integrante de este. El proceso de sacar conclusiones es particularmente crítico en las condiciones actuales de retroceso del movimiento comunista y de la correlación internacional negativa para el movimiento obrero.

 

Camaradas:

Quienes abusan de la palabra “socialismo” y le atribuyen diversas denominaciones como “socialismo democrático” o “socialismo del siglo 21”, para “llamar pescado a la carne” y promover la gestión socialdemócrata del capitalismo, supuestamente como socialismo o incluso como “etapa” hacia él, pretenden desorientar a las masas populares.

Pero socialismo, como lo demostró la Revolución de Octubre, significa revolución social, cambio de la clase que está en el poder, no una o más victorias electorales, ni un referéndum para que se hagan cambios constitucionales, ni la formación de un gobierno de izquierdas en el marco del capitalismo; significa aplastar el aparato estatal burgués. Este aplastamiento debe ir inevitablemente acompañado de la socialización de los medios de producción, nuevas instituciones de poder obrero, y la planificación científica central de la economía.

La Revolución de Octubre y la construcción socialista destacaron el papel de la clase obrera, de la única clase revolucionaria, que aunque entonces en Rusia representaba una pequeña minoría, sin embargo trazó una línea de alianza social con los campesinos medianos y pobres y en unas pocas décadas desarrolló las fuerzas productivas, elevó a un grado impresionante las conquistas sociales, culturales y políticas de todo el pueblo. Así, respondió prácticamente a todas las percepciones oportunistas según las que la Rusia atrasada no estaba aún lista para la construcción socialista, de que se requerían más “etapas” para lograr un mayor nivel de desarrollo de las fuerzas productivas.

La revolución trajo a primer plano nuevas formas de poder obrero. Por primera vez en la Historia se crearon instituciones que aseguraban la participación sustancial de los trabajadores en la gestión de aspectos de su sociedad, sacando a las masas del margen de la vida política y social. Los Soviets encarnaban la dictadura del proletariado. El alejamiento de esta percepción condujo a la noción del “partido de todo el pueblo” y del “Estado de todo el pueblo” que prevaleció en la URSS en la década 1960-70, así como antes, al cambio en el modo de elección en los Soviets, en 1936, de la elección en base a las colectivas obreras a la elección en base territorial, fueron factores significativos en el debilitamiento y, al final, la degeneración del carácter revolucionario del poder obrero. El 20o Congreso del PCUS fue el Congreso que marcó este “giro”.

La construcción del socialismo en la URSS demostró el enorme potencial de la economía popular, cuya piedra angular es la socialización de los medios de producción, la planificación central de la economía y la participación obrera. Los errores que se cometieron durante la construcción socialista, como fue el desmantelamiento de las estaciones de máquinas y tractores en 1958, las reformas de Kosygin (1965), el debilitamiento de la planificación central, p.ej. la abolición de los ministerios sectoriales (1957), la adopción de la ganancia como motivo de la producción y en general el fortalecimiento de las relaciones mercantiles, tuvieron consecuencias trágicas para el socialismo. Al tratar de “curar” ciertos problemas existentes que surgieron durante la construcción socialista utilizando el mercado como “medicamento”, condujo a la aparición del mercado negro, la corrupción, la extracción y apropiación del producto social y al final al surgimiento de fuerzas sociales en la sociedad y en los partidos comunistas que buscaban derrocar el socialismo, que lo lograron utilizando como “vehículo” la “perestroika”.

 

EL DERROCAMIENTO DEL SOCIALISMO EN LA URSS Y EL SUJETO REVOLUCIONARIO CONTEMPORÁNEO

 

Camaradas:

Tras el derrocamiento del socialismo en la URSS, así como el predominio de las relaciones capitalistas en China, cabe decir que el modo de producción capitalista volvió a predominar en el planeta, llevando a la agudización de todos los impasses sociales que reproduce este sistema para los pueblos: pobreza,  paro, empobrecimiento social, mercantilización de todas las necesidades sociales, guerras imperialistas, etc.

A pesar de esta regresión social que produjo el derrocamiento contrarrevolucionario, la evaluación del KKE es que nuestra época sigue siendo época de transición del capitalismo al socialismo, ya que en esta sigue existiendo y profundizándose la contradicción básica entre capital y trabajo, que resulta de la maduración del carácter social del trabajo y la agudización de su contradicción con la propiedad capitalista. Esta contradicción ha llevado al modo de producción capitalista en plena contradicción con las necesidades sociales contemporáneas. Esta contradicción se puede resolver solo mediante la lucha revolucionaria de la clase obrera, que hoy es más numerosa y claramente mejor educada que en 1917 y sigue siendo la única clase revolucionaria.

Sin embargo, existen también fuerzas que hablan en nombre de la revolución e imaginan otros sujetos revolucionarios. Sin embargo, el análisis marxista, dialéctico, materialista de la Historia de la evolución social, determina cada vez el sujeto revolucionario como la clase social que objetivamente puede dirigir la formación y el desarrollo de la nueva formación socio-económica. En la Grecia de las crisis capitalistas, en medio de las luchas y las huelgas, nació la consigna que refleja esta verdad. La consigna es la siguiente: “Sin ti no se mueve ni siquiera un engranaje, ¡obrero puedes prescindir de los patrones!”. Señala  acertadamente la dirección de nuestra lucha para resolver la contradicción social básica, con la eliminación de los explotadores, los capitalistas, por la clase obrera.

El hecho del repliegue y de la desorganización del movimiento obrero sindical, bajo los golpes concertados del Estado burgués y del reformismo, así como la situación difícil en que se encuentran los partidos de la clase obrera en todo el mundo, no deben llevar a la desmovilización ideológica y a la búsqueda de supuestos “nuevos” sujetos revolucionarios. Sin embargo, se requiere un trabajo metódico y paciente para el reagrupamiento del movimiento, para la asimilación de las enseñanzas de la lucha de clases del siglo pasado, persistencia en los principios fundamentales de la cosmovisión del marxismo-leninismo. El KKE en Grecia ha emprendido importantes iniciativas para el reagrupamiento del movimiento obrero-sindical. Estas iniciativas que han dado “frutos” importantes, a través de la formación del Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME), la lucha por la revitalización de los sindicatos, la ampliación del contenido de trabajo, de las formas de lucha en la dirección de fortalecer la lucha de clases.

 

SOBRE EL CARÁCTER DE LA REVOLUCIÓN Y LA POLÍTICA DE ALIANZAS

 

Por supuesto, nuestro Partido, que se considera “sector consciente, organizado y de vanguardia de la clase obrera”, no solo está detrás de todas las pequeñas o grandes luchas de la clase obrera, detrás de cada conquista en los últimos 104 años, sino además “tiene como objetivo estratégico el derrocamiento del capitalismo y la construcción del socialismo-comunismo”[2]. Nuestro Partido, al estudiar su propia historia y la historia de la URSS, la estrategia que predominó en el movimiento comunista internacional, ha abandonado enfoques erróneos -según nuestra opinión- con respecto a etapas intermedias hacia el socialismo o de “transición pacífica” al socialismo, así como la división errónea de la socialdemocracia en “derecha” e “izquierda”, la división igualmente errónea de la burguesía en “compradora” y “patriótica”. Estas aproximaciones no solo no se vieron confirmadas, sino que privaron durante mucho tiempo a los partidos comunistas de una estrategia revolucionaria. Llevaron a consensos inaceptables de los principios del marxismo-leninismo, cargaron a los partidos comunistas con la responsabilidad de gestión burguesa en gobiernos burgueses de “izquierda” o de “centro-izquierda” que al final adoptaron duras medidas antipopulares, participaron en intervenciones y guerras imperialistas, perpetuaron la barbarie capitalista.

El KKE ha llegado a la conclusión de que el carácter de la revolución en Grecia será socialista y trabajamos en la dirección de preparación del factor subjetivo para la perspectiva de la revolución socialista. Por supuesto, el período de su manifestación está determinada por las condiciones objetivas, es decir la situación revolucionaria.

 Hoy se requiere, junto al reagrupamiento del movimiento obrero, la formación de la alianza social de la clase obrera con los campesinos pobres y las capas populares de la ciudad. Es una alianza no de “liderazgos políticos”,ni de fuerzas políticas de diversos matices con fuerzas oportunistas y socialdemócratas que anulan el papel del partido comunista y de las fuerzas sociales. Se requiere una alianza social que luchará por todos los problemas populares, y en condiciones de situación revolucionaria se convertirá en un Frente Popular Revolucionario que derrocará la barbarie capitalista, desvinculará al país de las organizaciones imperialistas de la OTAN y la Unión Europea y establecerá las nuevas instituciones de poder obrero revolucionario.

 

EL MOVIMIENTO COMUNISTA Y LA GUERRA IMPERIALISTA

 

Estimados camaradas:

Me he referido a algunas conclusiones básicas del estudio de la revolución y la construcción socialistas en la URSS, a través del prisma de las elaboraciones del KKE. Nuestro Partido ha realizado estas elaboraciones durante las últimas décadas, después de 1989-1991, cuando nuevamente fracasó el intento del oportunismo de disolver nuestro Partido desde dentro, y el Partido pasó a un proceso de profundo reagrupamiento organizativo, político e ideológico para recuperar su carácter revolucionario. Eventos significativos en este esfuerzo fueron el 18o Congreso del KKE que discutió y aprobó la respectiva Resolución del Congreso[3], así como el 19o Congreso de nuestro Partido que aprobó el nuevo Programa del Partido.

Sobre esta base sólida, tanto el 20o como el 21er Congreso a continuación, estudiaron los desarrollos contemporáneos en Grecia y en el mundo, y hoy consideramos que estamos en posición, apoyándonos a este esfuerzo, de posicionarnos con respecto a las cuestiones que se presentar ante nosotros, como son, entre otros, la guerra imperialista que se está librando en el territorio de Ucrania.

La guerra y de hecho una guerra en que, de una u otra manera, se ven implicados decenas de países es un asunto crucial para el Movimiento Comunista Internacional. En esta ocasión, la guerra ha puesto de manifiesto debilidades significativas en la base teórica de los posicionamientos de muchos partidos comunistas, incluso de algunos que sostienen que se basan en el marxismo-leninismo.

Algunos partidos se limitaron a hacer unas observaciones sobre la necesidad de respetar el derecho internacional, la inviolabilidad de las fronteras, la resolución pacífica de los problemas, etc. Tales observaciones, que evitan enfocar en las causas de la guerra, promueven a menudo un concepto pacifista, de condena verbal de la guerra y destacan la posibilidad de un “mundo multipolar”, que sustituirá al “mundo unipolar” de la “hegemonía” estadounidense en el sistema imperialista. Así pues se defiende de manera totalmente infundada, que sin que cambie la naturaleza socio-económica y política de las sociedades actuales, sobre el terreno del capitalismo, puede que haya diversos “sistemas de seguridad”, diversos “acuerdos internacionales” y “mesas redondas” que librarán al mundo de las guerras, puesto que no exista solamente una potencia imperialista poderosa, sino muchas. Este enfoque, enraizado en la teoría del ultra-imperialismo de Kautsky, así como en las percepciones oportunistas del PCUS sobre la “coexistencia pacífica y emulación” de los dos sistemas, imagina un imperialismo pacífico. La verdad, pues, es que el modo de producción capitalista, ya sea con uno o muchos “polos”, es inherente a la guerra, está entrelazado con esta, así como con las crisis económicas capitalistas.

Son totalmente equivocadas, en nuestra opinión, las posiciones que abogan por la  formación de un “mundo multipolar” supuestamente como contrapeso al “imperio” de EE.UU, a través del “saneamiento” de las organizaciones internacionales. Se trata de ilusiones peligrosas, que no tienen nada que ver con la realidad.

 

EL REORDENAMIENTO EN EL SISTEMA IMPERIALISTA

Lenin destacó que: “la desigualdad del desarrollo económico y político es una ley absoluta del capitalismo”[4] y de allí se deriva tanto la posibilidad de la “victoria del socialismo inicialmente en unos cuantos países o en un solo país”, como los reordenamientos continuos en la fuerza de las clases burguesas. La  diferente fuerza de cada país, sobre la base también del desarrollo desigual del capitalismo, determina en qué grado participa la burguesía de cada país en el reparto del botín, a través de una red de interdependencia desigual que caracteriza la “pirámide” imperialista. En el transcurso del tiempo vemos que, a causa del desarrollo capitalista desigual, las clases burguesas de algunos países que en el pasado tuvieron un papel destacado, como p.ej. Gran Bretaña, hoy se han retirado, mientras que sus antiguas colonias como la India y Australia, han surgido como potencias fuertes en el mundo capitalista contemporáneo. Es significativo que hoy, el polo de los países de la Organización de Cooperación de Shangai, o los BRICS, que comenzaron a formarse en 2001 y 2009 respectivamente en torno a China, se pueden comparar en lo que concierne su fuerza económica y militar con la alianza imperialista más poderosa de G7, que se formó en 1975 en torno a EE.UU.

Sin embargo, al mismo tiempo, por primera vez, trabajadores de todo el mundo ven cómo estas potencias, que pueden destruir con su fuerza nuclear a la humanidad, intercambian acusaciones y reajustan sus doctrinas nucleares, renunciando a su compromiso de no ser las primeras en utilizar armas nucleares. Vemos que el nuevo “mundo multipolar” que está en curso de formación, es un mundo de contradicciones aún más agudas que lleva a nuevas guerras y peligros para los pueblos.

En el último período, ante los acontecimientos y en particular ante la guerra imperialista en Ucrania, algunos partidos comunistas han enfocado solamente en las responsabilidades obvias de EE.UU., la UE, la OTAN, que desde hace años está intentado avanzar y cercar a Rusia. De hecho, esto fue combinado con en enfoque de que Rusia es capitalista, pero no es una potencia imperialista. Dicho enfoque se aleja del hecho de que el imperialismo no es solo una política agresiva, sino que es el capitalismo en su fase actual, en la fase monopolista. Hoy en día, en todo el mundo y en Rusia dominan los grandes monopolios. Está claro que los planes de la OTAN, EE.UU y la UE en los últimos 30 años han añadido “combustible” a este conflicto. Pero ¿cuándo empezó a acumularse este “combustible”? ¿No empezó con el derrocamiento del socialismo, la disolución de la URSS e incluso en modo golpista, en contra de la voluntad de la mayoría de sus pueblos? ¿No fue entonces cuando las industrias, las fábricas, las minas, el petróleo, el gas natural, los recursos minerales y la mano de obra se convirtieron de nuevo en mercancía? ¿No fue entonces, después de siete décadas de construcción socialista, cuando todo lo anterior volvió a ser “la manzana de la discordia” para los capitalistas, para las grandes empresas monopolistas? ¿No han contribuido a este desarrollo los que actualmente tienen el poder económico y político en Rusia? ¿Cómo se posicionaron entonces Putin y todos estos capitalistas rusos, los llamados “oligarcas”, a los que representa? ¿Apoyaban la corriente socio-política que trataba de salvar al socialismo y la URSS o los que buscaban derrocarlo? Está claro que apoyaban la segunda corriente, a pesar de que hoy están llorando “lágrimas de cocodrilo” por la disolución de la URSS e incluso buscan utilizar incluso a Stalin “esterillizando” a él y a su obra de su naturaleza revolucionaria. Pero hoy día ¿por si acaso la burguesía rusa es “un cordero” en un mundo de “lobos” imperialistas, como describen algunos la situación? Ninguna burguesía es… una “paloma inocente”. Cada clase burguesa manifiesta su agresividad en primer lugar a expensas de sus trabajadores, las capas populares de su país, a las que explota, y luego sobre la base de su fuerza político-económica y militar, y promueve además la explotación de los demás pueblos. Hemos visto p.ej. que “las aspiraciones de la burguesía de Rusia se han demostrado claramente en la intervención de la “Organización del Tratado de Seguridad Colectiva” en Kazajstán para blindar el poder de la burguesía, el enero pasado, contra el levantamiento popular en este país de Asia central”[5]. Algunas fuerzas que no tienen claro el papel de Rusia, de China, el carácter clasista de las organizaciones interestatales que estas forman, han intentado atribuir las movilizaciones populares a una intervención imperialista del “Occidente”. Por supuesto, “los antagonismos interimperialistas y las contradicciones interburguesas están dadas, pero esto no puede ocultar la importancia de las movilizaciones populares, de la lucha de clases, no puede subestimar su importancia. Todo lo contrario, este hecho resalta aún más la importancia de las luchas desarrolladas bajo estas duras condiciones. (…) Los comunistas deben distinguir los nuevos elementos que existen en cada momento y posicionarse según criterios de clase, para expresar su apoyo a la lucha obrera-popular”[6].

El análisis, por lo tanto, que limita el imperialismo exclusivamente a EE.UU o incluye solo algunos países poderosos de la UE, no tiene nada que ver con el marxismo-leninismo.

 

LA DIVISIÓN Y LA ELECCIÓN DE IMPERIALISTA

 

Algunos partidos consideran que el régimen de Rusia, aunque sea burgués, promueve una política “antifascista”, se enfrenta a los “fascistas ucranianos” y además intenta “salvar” al pueblo de Donbás de ellos. Algunos traen en su memoria la política de los “frentes antifascistas” de la Internacional Comunista y tratan de trasladarla al presente. Pasan por alto el hecho de que la línea de los frentes antifascistas prevalecía cuando existía la URSS, mientras que hoy en su lugar existe una fuerte potencia capitalista. Además, dicha posición carece de cualquier enfoque crítico sobre la trayectoria histórica del movimiento comunista internacional. Hoy, el KKE, así como otros partidos comunistas, al estudiar la Historia, ha llegado a la conclusión de que la línea de los frentes antifascistas ha resultado ser perjudicial para el Movimiento Comunista Internacional. Hoy evaluamos que la llamada estrategia de etapas hacia la conquista del poder obrero revolucionario predominó en la línea de la Internacional Comunista. Por lo tanto, como objetivo primordial se insertó un peldaño gubernamental burgués que en su momento tenía características de una etapa nacional-idependentista o de una etapa antifascista/democrático-burguesa en el terreno del capitalismo. Esta dirección se estableció en el 7o Congreso de la Internacional Comunista, que adoptó la estrategia de los Frentes Populares Antifascistas, orientando a los partidos comunistas a cooperar con fuerzas políticas socialdemócratas, y en general “democrático-burguesas”. Así, en la práctica, apartaban el fascismo del sistema que lo genera y de la burguesía que elige esta forma de la dictadura del capital. En este punto cabe señalar que en el discurso de Fidel Castro, en 2005, que se menciona más arriba, Fidel critica a la Internacional Comunista y a Stalin personalmente para la dirección que llevó al Partido Comunista de Cuba en 1934 a entrar en una “alianza antifascista” con Batista, quien en aquella época, entre otras cosas, reprimió una gran movilización obrera. Por supuesto, para el KKE, así como para otros partidos de Europa Occidental que desempeñaron un papel importante en la resistencia contra la ocupación fascista extranjera, lo básico es que a causa de esta dirección “no pudieron vincular la lucha armada antifascista de liberación con la lucha por la conquista del poder obrero, ni tampoco la autodisolución de la Internacional Comunista contribuyó a esta dirección”[7].

Además, provocó confusión “la división política de las alianzas imperialistas de aquel período en ofensivas, en las que se clasificaban las fuerzas fascistas, y en  defensivas, en las que se clasificaban las fuerzas democrático-burguesas. (…) Del mismo modo, la división de los centros imperialistas en amantes de la paz y pro-guerra, escondía el verdadero culpable de la guerra imperialista y el ascenso del fascismo, el capitalismo monopolista”[8].

Hoy se desarrollan opiniones burguesas perjudiciales, como la del “fascismo exportado” que atribuye la caracterización “fascistas” a algunas de las potencias imperialistas más poderosas (EE.UU, UE), ocultando de nuevo tanto la causa del nacimiento y fortalecimiento de la corriente fascista, que radica en el propio capitalismo monopolista y en el interior de cada país, como las causas de la guerra imperialista. Los llamamientos a formar “frentes antifascistas” en dirección aclasista, es decir en alianzas sin criterios socio-clasistas, y apoyar los supuestos “Estados antifascistas”, pretenden llevar a los comunistas a apoyar la guerra imperialista, a elegir entre ladrones, a luchar bajo una “bandera ajena”, y deben ser rechazados.

 

LA IMPORTANCIA DE LOS PRINCIPIOS DE LA CONSTRUCCIÓN SOCIALISTA CON RESPECTO A LA ACTITUD HACIA CHINA

Varios partidos consideran, razonadamente, que el conflicto militar en Ucrania es parte de un mayor conflicto entre las potencias del euroatlanticismo y China. Esta evaluación es correcta, pero algunos, como no han sacado conclusiones del derrocamiento del socialismo en la URSS, siguen considerando a China como un “país socialista”, o un “país que construye el socialismo con características chinas”. En esta base se reproducen condiciones del pasado, como la llamada “guerra fría” o el enfrentamiento de dos formaciones socio-políticas opuestas, el capitalismo y el socialismo. Sin embargo, estos partidos pasan por alto el hecho de que el sistema socio-económico y político de un país no depende de cómo se llama el partido gobernante y de sus declaraciones, sino de su naturaleza de clase. La violación de los principios de la construcción socialista en la URSS y su fin deberían haber enseñado a todos los partidos comunistas. Actualmente en China predominan las relaciones de producción capitalistas, la fuerza de trabajo es una mercancía, las necesidades sociales se han comercializado, tal como sucede en el resto del mundo capitalista. Millones de personas están condenadas a la pobreza, mientras China es el primer país en el mundo en multimillonarios. A partir de 2012 hasta la fecha, más del 60% del PIB de China se produce constantemente por el sector privado[9]. El Estado chino ha configurado un completo “arsenal” de apoyo a los capitalistas chinos, que incluye medidas similares a las que existen en el resto del mundo capitalista. Por lo tanto, no es casualidad que en 2020, en condiciones de crisis capitalista en curso, cuando la pandemia tuvo un papel catalizador, los multimillonarios chinos han alcanzado los 799, superando por primera vez en número a EE.UU con 626 multimillonarios. Los capitalistas chinos más poderosos tienen a su disposición colosales grupos de comercio electrónico, bancos, fábricas, hoteles, centros comerciales, cines, redes sociales, empresas de telefonía móvil, etc.[10] Al mismo tiempo, decenas de millones de migrantes internos (se estiman a unos 290 millones), que realizan trabajos temporales y quizás queden desempleados, no se incluyen en las estadísticas oficiales y puede que representen el 30% de la mano de obra del país.[11] Decenas de millones de personas están excluidas de servicios sociales contemporáneos, como son la enseñanza técnica y superior o los servicios sanitarios, a causa de su comercialización y sus bajísimos ingresos[12].

 Es indicativo lo que hemos visto recientemente en China con las demoliciones de bloques enteros de apartamentos recién construidos (más de 3 mil millones de metros cuadrados que pudieran albergar a 75 millones de personas), en un esfuerzo de los monopolios de dicho sector de limitar las consecuencias de la llamada burbuja inmobiliaria[13]. Y esto ocurre mientras decenas de millones de personas pobres -que se estiman a más de 200 millones- se encuentran sin hogar a causa de la ola de urbanización.

Y puesto que algunos lo comparan con la NEP cabe subrayar que no hay nada que comparar entre la NEP y la situación actual en China, como por ejemplo el período de tiempo o que la NEP tenía el carácter de “retroceso”, como subrayó Lenin muchas veces[14], y no fue ideologizado como elemento de la construcción socialista, como ocurre con la consolidación de las relaciones capitalistas en China, con la fabricación ideológica del “socialismo con características chinas”. Además, durante el período de la NEP a los empresarios no solo no se les permitía ser miembros del Partido de los Bolcheviques, sino además, en base a las dos Constituciones Soviéticas (de 1918 y de 1925) que se aprobaron en aquel período, se los privaban de derechos políticos, a diferencia de la China actual en que decenas de empresarios ocupan cargos en el parlamento y en el Partido Comunista.

Hoy, el poder en China expresa los intereses del capital. Por lo tanto, el conflicto mundial no se desarrolla entre las fuerzas del capitalismo y del socialismo, sino entre fuerzas del mundo capitalista contemporáneo que compiten entre sí por la primacía en el sistema imperialista mundial. Desafortunadamente, esto no se puede entender fácilmente si no sacamos conclusiones de la construcción socialista y su derrocamiento en la URSS, y seguimos siendo apegados a opiniones como que el mercado se combina con el socialismo. Muchos partidos mantienen el planteamiento teórico erróneo de que la ley de valor es una ley de movimiento del modo de producción comunista en su primera fase (socialista), un planteamiento que predominó desde mediados de la década de 1950 en la URSS y en la mayoría de los partidos comunistas. Esta posición fue reforzada debido al mantenimiento de las relaciones mercancía-dinero, durante el paso planificado de la producción individual a la cooperativa.

En esta base, las  faltas y debilidades políticas tuvieron un impacto a la formación e implementación de cada plan central. Por supuesto, como ya hemos destacado, en las últimas décadas de la existencia de la URSS, la política oportunista debilitó aún más a la Planificación Central, erosionó la propiedad social, fortaleció las fuerzas de la contrarrevolución.

En el debate que tuvo lugar en el PCUS las posiciones y las directrices correctas de Stalin y de los economistas y cuadros “anti-mercantiles” del Partido Comunista no lograron conducir a la formación de una elaboración teórica completa y una línea política correspondiente, capaz de confrontar las posiciones teóricas orientadas al mercado y las decisiones políticas que se estaban fortaleciendo y al final predominaron.

A nivel teórico, prevalecieron las teorías de la “producción mercantil socialista” o del “socialismo con mercado”, y la aceptación de la ley del valor como ley del modo de producción socialista (comunista inmaduro) que opera también en la fase del desarrollo socialista. Estas teorías fueron la base para la formulación de la política económica, y llevaron al derrocamiento contrarrevolucionario.

Sin embargo, el desarrollo contrarrevolucionario y el derrocamiento del socialismo en la URSS no demuestra la superioridad del mercado sobre la planificación central. ¡Todo lo contrario! Se produjo como consecuencia de la violación de las leyes científicas de la construcción socialista. Fue el resultado de un retroceso en el esfuerzo para una mayor expansión y profundización de las relaciones de producción socialistas (comunistas inmaduras), para su pleno predominio. Ni tampoco tienen fundamento los planteamientos que tratan de demostrar la superioridad del mercado sobre la planificación central haciendo alusión al rápido crecimiento económico de China en las últimas tres décadas. Esto es porque en China no se ha implementado nunca la planificación científica central de su economía, mientras que el rápido fortalecimiento actual de sus características capitalistas ha cargado al pueblo con la explotación y los impasses sociales que están enfrentando también las demás sociedades capitalistas. Y como dijo el Che “no hay otra definición del socialismo que la abolición de la explotación del hombre por el hombre”[15].

 

Camaradas,

En Grecia, el KKE tiene un papel destacado en la lucha contra las uniones antipopulares, la OTAN, la UE, contra la alianza estratégica de la burguesía y de sus partidos con EE.UU, contra las bases de EE.UU y la OTAN, contra las políticas antipopulares de los gobiernos neoliberales y socialdemócratas que sucesivamente han gobernado en los últimos años. Buscamos que la lucha del pueblo esté en dirección antimonopolista-anticapitalista, agrupe a nuevas fuerzas, para derrocar la correlación negativa, para abrir el camino al socialismo.

Al mismo tiempo, consideramos que el movimiento comunista internacional también debe sacar conclusiones de la derrota temporal del socialismo en la URSS, para entrar de nuevo en el camino revolucionario y poder responder a las tareas contemporáneas que se plantean. Por esta razón, el KKE tomó la iniciativa de realizar los EIPCO anuales, procedió a nuevas formas de cooperación multilateral de los partidos comunistas, como es la Revista Comunista Internacional, en la que participamos junto con el Partido Comunista de Venezuela, así como la Iniciativa Comunista Europea. Consideramos que hoy se puede abrir la discusión necesaria que promoverá el objetivo de formación de una estrategia revolucionaria unificada que contribuirá al reagrupamiento revolucionario del Movimiento Comunista Internacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1]          [1] http://www.fidelcastro.cu/es/discursos/discurso-pronunciado-en-el-acto-por-el-aniversario-60-de-su-ingreso-la-universidad-en-el

[2]          El Programa del KKE, 2013.

[3]          Resolución de 18o Congreso del KKE: “Análisis y conclusiones sobre la construcción socialista durante el siglo XX, fundamentalmente en la URSS. Percepción del KKE sobre el socialismo”, Atenas, 18-22 de febrero de 2009

[4]          V.I.Lenin: “Sobre la consigna de los Estados Unidos de Europa”, Obras Completas, t. 26, pp. 362-363.

[5]    G.Marinos, “Los imperialistas reparten de nuevo al mundo, con la sangre de los pueblos marcan las fronteras”, publicado en el diario Rizospastis, 5-6/3/2022

[6]    G.Marinos, “La lucha de clases no se mancha. Es y seguirá siendo el “motor” del desarrollo social”, publicado en el diario Rizospastis, 22-23/1/2022

[7]          Eleni Belou, “Conclusiones de la revolución-construcción socialista en el siglo XX”, KOMEP número 2 de 2019

[8]                    [8] DECLARACIÓN DEL CC DEL KKE SOBRE EL CENTENARIO DE LA GRAN REVOLUCIÓN SOCIALISTA DE OCTUBRE, 8/5/2017.

[9]             Periódico Diario Popular, http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2019/0309/c31620-9554385.html 6/3/2019

[10]          Fuente https://www.rbc.ru/finances/

[11]        Fuentes: https://regnum.ru/news/society/2972959.html, https://www.vedomosti.ru/economics/articles/2020/06/16/832721-kitayu-borba-bednostyu

[12]        Por ejemplo, hay un enorme aumento de los negocios médicos privados que explotan la necesidad de los trabajadores de una atención sanitaria moderna. DE 2005 a 2016 el número de camas en clínicas privadas se auumento de 6% al 22%. Fuente: https://carnegie.ru/commentary/81082

[13]               [13] “En China se están demoliendo edificios nuevos en ciudades fantasmas porque nadie los compra. La crisis inmobiliaria en China ha entrado en una fase aguda”, https://www.kp.ru/daily/27437/4639434/  

[14]        [14] V.I.Lenin, “9o Congreso Panruso de los Soviets”, Obras Completas, v. 44, ed. Synchroni Epochi, p. 310.

[15]        Che Guevara. Discurso en la 2a Conferencia económica Afro-asiática en Argelia, Argel, 24 de febrero de 1965.