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CAPÍTULO E | LOS ACONTECIMIENTOS EN EL SISTEMA POLÍTICO BURGUÉS
31. En los años transcurridos desde el 20o Congreso, esto es, los últimos dos años del gobierno de SYRIZA más los dos que han pasado desde el cambio de gobierno entre SYRIZA y la ND, se ha vuelto a confirmar que las fuerzas principales del sistema político burgués coinciden en los objetivos estratégicos de la burguesía y en las respectivas decisiones políticas.
Estos objetivos comunes son:
- El esfuerzo de la burguesía griega por mejorar su papel geoestratégico asumiendo un rol más activo en los planes de los EE.UU., la OTAN y la UE y consolidando sus posiciones en los Balcanes, en el sureste de Europa, en el Mediterráneo oriental.
- El apoyo a la profundización de la integración de la UE.
- El curso de recuperación de la economía griega conformando un ámbito más favorable para atraer inversiones, impulsando el nuevo “modelo productivo”, la economía “verde”, la “transición digital”, etc.
- La consolidación del sistema político burgués y el todavía mayor reforzamiento del Estado burgués frente a posibles perturbaciones y especialmente frente a la lucha del movimiento obrero-popular.
Algunas expresiones emblemáticas de esta coincidencia han sido:
- El Acuerdo Estratégico con EE.UU., firmado e inaugurado por el gobierno de SYRIZA y expandido por el gobierno de la ND.
- El Acuerdo de Prespa, dictado con el propósito de fortalecer la presencia de la OTAN y de la UE en los Balcanes Occidentales.
- Las intervenciones legislativas sucesivas para aumentar aún más la flexibilidad en el mercado laboral, para apoyar los privilegios del capital y los distintos planes de inversiones.
- El fortalecimiento del arsenal reaccionario del Estado burgués con medidas contra la huelga, los sindicatos, etc.
Además, es característico el hecho de que durante los gobiernos de la ND y SYRIZA, estos partidos, incluyendo al PASOK/KINAL, han votado sucesivamente y en común proyectos de ley de importancia estratégica, así como cambios en artículos clave de la Constitución, especialmente en los relacionados con la estabilidad gubernamental y la aplicación imperturbable de la política dominante.
El objetivo común de consolidar el sistema político burgués se promueve mediante la asimilación y la represión. La invocación generalizada de la “unanimidad nacional” y de la necesidad de un “nuevo contrato social” para asimilar fuerzas obreras-populares a los fines de la burguesía, se alterna con la aplicación de métodos nuevos y más avanzados de represión estatal.
El sistema político burgués pone especial énfasis en la asimilación de la juventud, presentando la democracia burguesa como la forma de gobierno que garantiza las libertades y los derechos individuales, que respeta la diversidad individual, en oposición a la “represión estatal” del socialismo que conocimos en el siglo XX. Al mismo tiempo, presenta la imagen de un capitalismo “tolerante”, que -con una gestión adecuada y aprovechando las nuevas tecnologías- puede convertirse en un capitalismo más justo en lo social y más respetuoso con el medio ambiente, un capitalismo “inteligente”, “verde”, “humano”.
Estas aspiraciones comunes no anulan las diferencias existentes entre los partidos burgueses; independientemente de que estas diferencias se absoluticen y se exagere en su presentación para sustentar líneas de confrontación divisorias desorientadoras, como “Derecha vs. fuerzas democráticas”, “mercado libre vs. intervención estatal reforzada”, “neoliberalismo vs. socialdemocracia”. Son diferencias reales que reflejan principalmente contradicciones en el interior de la burguesía del país, así como contradicciones entre las clases burguesas de sus aliados en el sistema imperialista internacional, que atraviesan a todos los partidos burgueses. Sin embargo, la mayoría de las veces son presentadas de manera exagerada por motivos de oposición y en función del llamado “auditorio” político y el acercamiento electoral de determinadas capas sociales, y según el origen histórico de cada partido.
Las diferencias están relacionadas principalmente con la forma y fórmula de gestión burguesa de la economía capitalista, con el grado de intervención estatal, etc., para conseguir -dependiendo de la fase del ciclo económico- la reproducción capitalista y la asimilación de fuerzas obreras-populares. En ellas influyen además, de modo significativo, las alianzas y opciones internacionales de la burguesía, especialmente en condiciones de agudización de las contradicciones interimperialistas, dada la orientación euroatlántica de la burguesía y de sus partidos.
SOBRE LA “GOBERNANZA DIGITAL”
32. A raíz de la pandemia y teniendo el consentimiento de los demás partidos, el gobierno de la ND ha acelerado la promoción de una serie de “reformas” que atañen principalmente a la denominada “transformación digital de la sociedad y del Estado”, la “gobernanza digital” etc.
Se intenta nublar el carácter de clase de estos cambios dando énfasis excesivo a la modernización necesaria para la funcionalidad de los servicios estatales. Para este fin sirven las fabricaciones ideológicas del “Estado eficaz”, del “mejoramiento de las relaciones entre el Estado y los ciudadanos”. Sin embargo, los grandes cambios innovadores no atañen a las necesidades y a la protección del pueblo, sino que conciernen principalmente a la formación de un entorno más favorable para inversiones, por ejemplo, a través de la aceleración de autorizaciones de inversiones.
El teletrabajo constituye un excelente ejemplo de cómo las nuevas tecnologías, y especialmente las digitales, se adaptan a las necesidades del capital. La digitalización se utiliza como herramienta para intensificar, tanto el trabajo como la represión estatal. La “red de protección de datos personales” invocada por los aparatos burgueses es perforada, ya que estos siempre están disponibles para los grupos monopolistas, los servicios de seguridad estatales y privados. Comerciar con datos personales constituye un negocio muy lucrativo a escala mundial.
Al mismo tiempo, los partidos burgueses presentan la digitalización como una modernización en su propio funcionamiento. Independientemente del fracaso -hasta ahora- de tales intentos en nuestro país (ver iSYRIZA), este tipo de cambios se irá acelerando, conformando partidos aún más “personalistas”, partidos con miembros–“seguidores digitales”, en pleno contraste con la consigna de “más democracia” que alegan.
Se intenta imponer dichos cambios también a los sindicatos, a las asociaciones estudiantiles (votación electrónica, registro de dirigentes sindicales) etc. El hecho de que la generación más joven, en particular, está familiarizada hoy en día con este tipo de comunicación y con la socialización distorsionada que ella crea, se utiliza para que estos cambios reaccionarios parezcan implícitos. En realidad, se convierten en nuevas herramientas en manos del Estado y de la patronal para manipular a los trabajadores y a otras fuerzas, a su juventud, con el objetivo de socavar la participación, el debate, los procesos democráticos de masas, etc.
SOBRE LA ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL Y PERIFÉRICA
33. Un elemento de la reconfiguración del sistema político burgués y de los procesos que tienen lugar dentro de él, son también los cambios en la administración municipal y periférica, que constituye parte del aparato estatal.
Las reestructuraciones reaccionarias en la Administración Local, a partir de la década de 1990 (Plan “Kapodístrias”), se profundizaron en la década de la crisis capitalista (Plan “Calícrates” – Plan "Clístenes"), consolidando los órganos locales y regionales como unidades administrativas orgánicas y eslabones del aparato estatal de la burguesía. Las nuevas responsabilidades y funciones administrativas que asumen, refuerzan su carácter y papel de clase, junto al de los órganos centrales del Estado burgués. En los aspectos institucionales y funcionales se fortalecen sus responsabilidades presupuestarias y empresariales y se hacen visibles los efectos profundamente negativos en la vida y los ingresos de los hogares obreros-populares.
La transferencia de ciertas responsabilidades centrales del estado a las autoridades locales está directamente relacionada con la reducción drástica de la financiación desde el presupuesto estatal, la intensificación de la carga fiscal sobre el ingreso del pueblo. Está vinculada también a la comercialización y la degradación de estructuras y servicios sociales fundamentales, así como al derrocamiento de relaciones y derechos laborales.
En la fase actual del nuevo ciclo de la crisis económica se intensifica el esfuerzo del gobierno de la ND para poner por delante la Administración Local y sus entidades, a fin de que los recursos del Estado ο de la UE se dirijan de manera más focalizada y concentrada a las redes e infraestructuras regionales: con el objetivo de atraer capitales, facilitar y potenciar sus ganancias. La Administración Local y sus entidades se refuerzan con nuevas herramientas operativas y financieras para reforzar el uso operativo de recursos locales, la gestión de residuos basada en las decisiones de los grupos empresariales, la sustitución y “restauración” de las regiones de lignito, la promoción de las Fuentes de Energía Renovables (FER), la utilización empresarial de áreas públicas y municipales, de bosques, costas y otras infraestructuras por el capital turístico y otros.
Bajo el paraguas y con la colaboración de la Administración Local, las instituciones de la llamada Economía Social, de las redes de “voluntariado” se utilizan como palanca para promover y conceder “legitimación” a los objetivos y las aspiraciones del capital entre el pueblo.
Las medidas de “modernización y reorganización” del Estado burgués y sus instituciones locales son una dirección estratégica de todos los gobiernos y partidos burgueses para responder de manera uniforme y eficaz a los rápidos cambios en las necesidades y prioridades del capital. Esta dirección se expresa como estrategia dominante en los órganos de la Administración Local. Es un rumbo que se fortalecerá en el próximo período, también a través de nuevas intervenciones y responsabilidades institucionales que ha anunciado el gobierno de la ND.
La relación más directa con las masas obreras-populares se utiliza de manera flexible y de diversas formas por el sistema burgués en su conjunto. Los órganos Periféricos y Municipales, como instituciones estatales más cercanas al pueblo, se utilizan para calmar las reacciones populares, para asimilarlas más fácilmente. Nuestro Partido debe seguir de cerca su intervención de manera más sistemática y en profundidad, y el movimiento obrero-popular y sus reivindicaciones deben dirigirse contra la actividad de estos órganos. Desde este punto de vista, crece también la responsabilidad que tienen los órganos del partido de guiar a nuestros representantes en los órganos de la Administración Local de manera más sustancial y multifacética.
Los comunistas electos, así como los que colaboran con ellos, luchan con abnegación y contra el carácter de estos órganos, para aliviar a las familias populares, para desarrollar la lucha y las reivindicaciones que abrirán caminos a la alianza social y la agrupación de fuerzas en dirección anticapitalista-antimonopolista, teniendo como objetivo político el poder obrero. Esta acción, como la acción de todos los comunistas independientemente de su puesto de combate, es decir, independientemente de si se encuentran en el Parlamento nacional, en el Parlamento Europeo, en las autoridades periféricas o municipales, como minoría o como mayoría -como en Patras-, tiene el firme carácter de oposición contra las políticas antipopulares, políticas que proceden de los órganos centrales del Estado burgués y se vinculan con los órganos periféricos y municipales.